viernes, 24 de enero de 2014

El 12 Aurinegro Soy Yo

En el año 1974 nació en San Cristóbal algo más que un equipo de fútbol profesional, fue el inicio de una pasión y un sentimiento que arropa masas, enorgulleciendo a miles de personas que viven, sienten y respiran por el Deportivo Táchira F.C.
El Carrusel Aurinegro es la representación deportiva de una región muy característica de Venezuela, donde se han gestado hechos históricos, naciendo el mayor número de presidentes y manteniendo económicamente a base del café,  a una nación devastada por una larga y extensa guerra civil sobre la segunda mitad del siglo XIX.
Indudablemente, cada gloria obtenida por el Deportivo Táchira F.C. durante sus 40 años de vida tiene un protagonista principal, su gente. No hay estadio donde juegue el conjunto tachirense donde no se observe una camiseta amarilla y negra en las tribunas.
Y es que los títulos otorgan grandeza, pero esta grandeza resulta a medias cuando no se tiene a nadie con quién celebrar, es sencillamente como realizar una fiesta sin invitados. El combinado amarillo y negro es grande por su historia y por sus títulos, pero es gigante por su afición.
Celebrar el 40 aniversario del equipo, no podía pasar desapercibido sin tomar en cuenta a su fiel amigo, al que domingo tras domingo colma un recinto deportivo que bien es llamado el Templo Sagrado. En medio de este homenaje, la directiva Aurinegra ha retirado de su indumentaria el dorsal 12 para refrendarlo a su parcialidad auténtica e inigualable.
No hay otro jugador más importante que aquel que más veces ha vestido la camiseta atigrada, la ha usado ininterrumpidamente durante cuatro décadas, ha tomado largas rutas nacionales e internacionales sencillamente para ser uno más: la afición aurinegra.
Se debía reservar un dorsal a ese guerrero de mil batallas, no podía ser otro que el número “12”, porque en la cancha hay una oncena vestida de aurinegra que corre detrás de un balón tratando de incrustarlo en el arco rival, pero en la grada hay miles de soldados que entregan su alma por ver a ese equipo convertir.
La celebración está completa, el “12” está reservado para la fanaticada del siete veces campeón de Venezuela, nadie más volverá a vestirlo, desde el pasado domingo 19 de enero ese dorsal tiene un nombre y un apellido estampado para siempre. ¡El 12 es la Afición Aurinegra! Luiyi Joan Vivas / Prensa Deportivo Táchira