En
el año 1974 nació en San Cristóbal algo más que un equipo de fútbol
profesional, fue el inicio de una pasión y un sentimiento que arropa masas,
enorgulleciendo a miles de personas que viven, sienten y respiran por el
Deportivo Táchira F.C.
El
Carrusel Aurinegro es la representación deportiva de una región muy
característica de Venezuela, donde se han gestado hechos históricos, naciendo
el mayor número de presidentes y manteniendo económicamente a base del
café, a una nación devastada por una
larga y extensa guerra civil sobre la segunda mitad del siglo XIX.
Y es
que los títulos otorgan grandeza, pero esta grandeza resulta a medias cuando no
se tiene a nadie con quién celebrar, es sencillamente como realizar una fiesta
sin invitados. El combinado amarillo y negro es grande por su historia y por
sus títulos, pero es gigante por su afición.
Celebrar
el 40 aniversario del equipo, no podía pasar desapercibido sin tomar en cuenta
a su fiel amigo, al que domingo tras domingo colma un recinto deportivo que
bien es llamado el Templo Sagrado. En medio de este homenaje, la directiva
Aurinegra ha retirado de su indumentaria el dorsal 12 para refrendarlo a su
parcialidad auténtica e inigualable.
No
hay otro jugador más importante que aquel que más veces ha vestido la camiseta
atigrada, la ha usado ininterrumpidamente durante cuatro décadas, ha tomado
largas rutas nacionales e internacionales sencillamente para ser uno más: la
afición aurinegra.
Se
debía reservar un dorsal a ese guerrero de mil batallas, no podía ser otro que
el número “12”, porque en la cancha hay una oncena vestida de aurinegra que
corre detrás de un balón tratando de incrustarlo en el arco rival, pero en la
grada hay miles de soldados que entregan su alma por ver a ese equipo
convertir.
La
celebración está completa, el “12” está reservado para la fanaticada del siete
veces campeón de Venezuela, nadie más volverá a vestirlo, desde el pasado
domingo 19 de enero ese dorsal tiene un nombre y un apellido estampado para
siempre. ¡El 12 es la Afición Aurinegra! Luiyi Joan Vivas / Prensa Deportivo
Táchira